Una investigación del Washington Post y PBS Frontline revela nuevos detalles sobre la Operación Narnia de Israel, la campaña de asesinatos dirigida a los científicos nucleares iraníes durante la guerra de 12 días.
Los preparativos para la guerra estaban casi completos. Decenas de agentes entrenados que trabajaban para Israel se encontraban sobre el terreno en Irán, armados con nuevas y sofisticadas armas. Los pilotos de la fuerza aérea israelí estaban a la espera de órdenes de atacar la infraestructura nuclear, los lanzadores de misiles balísticos y las defensas aéreas de Irán. Israel y Estados Unidos, su principal aliado, habían llegado a un acuerdo preliminar a través de negociaciones sobre la proximidad de Teherán a un arma nuclear. Se estaban llevando a cabo ardides diplomáticas para cegar a Irán ante el inminente ataque.
Pero los funcionarios de seguridad israelíes sabían que para causar más que un daño fugaz al extenso programa nuclear iraní, también debían diezmar al "grupo de expertos", una generación de ingenieros y físicos iraníes que, según los servicios de inteligencia estadounidenses e israelíes, trabajaban en las artes oscuras de convertir material nuclear fisible en una bomba atómica.
Aproximadamente a las 15:21 del 13 de junio, en los primeros minutos de la guerra de 12 días entre Israel y Irán, las armas israelíes comenzaron a impactar contra bloques de apartamentos y viviendas en la capital iraní. La Operación Narnia, la campaña contra los principales científicos nucleares de Irán, estaba en marcha.