Los inversionistas no solo evalúan la localización de capital en función del rendimiento. También toman en cuenta el riesgo país, es decir la institucionalidad del mercado.
Entre julio y septiembre se registró la entrada de 6,220 millones de dólares de inversión de cartera, según información contenida en la Balanza de Pagos que divulga el Banco de México.
Este flujo positivo interrumpió la desinversión de activos mexicanos que se mantuvo durante cinco trimestres –desde el primero del 2024–, pero resulta insuficiente para compensar la liquidación observada en ese lapso, que ascendió a 8,628 millones de dólares.