La presión sobre los trabajadores y contratistas federales aumenta, mientras que los militares reciben buenas noticias.
WASHINGTON—El cierre del gobierno comienza a hacerse realidad.
Los museos Smithsonian, ubicados al pie de la colina del Capitolio de los Estados Unidos, ya están cerrados. Los trabajadores federales ya están empezando a perder sus salarios y tendrán que depender de sus ahorros hasta que el gobierno reabra. Algunas empresas que dependen de un gobierno federal en pleno funcionamiento afirman que los despidos y los costosos retrasos se acelerarán.