El ataque de esta semana en Qatar consolidó las preocupaciones árabes sobre el interés de Israel en usar su poderoso ejército y planteó dudas sobre si Estados Unidos está listo para usar su ejército.
El ataque aéreo israelí contra los líderes de Hamás en Qatar ha aumentado la tensión en sus relaciones con los estados del Golfo Pérsico, países que hace apenas unos años eran la piedra angular de sus esperanzas de asegurar su futuro mediante la aceptación diplomática en Oriente Medio.
El ataque en un tranquilo distrito de embajadas en Doha, en el que murieron varios funcionarios de Hamás y un miembro de las fuerzas de seguridad qataríes, resaltó la creciente comprensión de que Israel ha tomado la decisión estratégica de protegerse mediante la fuerza de las armas, incluso a expensas de sus lazos diplomáticos.