Los ataques con drones contra bases aéreas rusas debilitan la capacidad de Moscú para librar una guerra contra su vecino y socavan su capacidad para amenazar a rivales más distantes.
KIEV, Ucrania—Los ataques con drones sin precedentes de Ucrania contra bases aéreas rusas han debilitado la capacidad de Moscú para librar una guerra contra su vecino más pequeño y socavado su capacidad para amenazar a rivales más distantes como Estados Unidos y China, un cambio con posibles implicaciones geoestratégicas de gran alcance.
Una parte considerable de la flota que Moscú utiliza para lanzar ataques con misiles guiados contra Ucrania, y de la que dependería para atacar a sus adversarios en caso de una guerra nuclear, resultó dañada o destruida en los ataques coordinados.