La medida es la señal más clara hasta el momento de que la administración Trump pretende limitar aún más qué tipo de tecnología estadounidense pueden comprar las empresas chinas.
La administración Trump ha demostrado que quiere límites más duros al acceso de China a la tecnología estadounidense que los introducidos por la administración Biden, apuntando a empresas chinas, incluido un fabricante de servidores que compra chips Nvidia.
El martes, Estados Unidos añadió a docenas de empresas chinas a una lista negra comercial por preocupaciones de seguridad nacional. Las empresas estadounidenses que quieran vender tecnología a estas compañías necesitarán la aprobación del gobierno.