El régimen de Kim Jong Un optó por mostrar desafío en lugar de moderación en su primer lanzamiento de armas desde las elecciones estadounidenses.
SEÚL—Corea del Norte llevó a cabo su primera prueba de misiles desde la victoria electoral de Donald Trump, una señal de que Pyongyang no parece tener prisa por reducir sus actividades ilícitas y volver a la diplomacia a pesar de un cambio en la administración estadounidense.
El lanzamiento el lunes de un misil de alcance intermedio puso fin a una ausencia de casi dos meses de pruebas de armas norcoreanas; la actividad más reciente se produjo pocas horas antes de que los estadounidenses acudieran a las urnas el 5 de noviembre.