Edmundo González, ex diplomático de carrera, es una anomalía en la dura política del país, pero se enfrenta a un sistema electoral amañado.
Hace unos meses, la vida jubilada de Edmundo González consistía en conferencias académicas, visitas a viejos amigos y jugar con sus nietos en su rascacielos de Caracas.
Pocos en Venezuela lo conocían.