En medio de los conflictos en el interior de morena por el relevo de dirigentes, Andrés Manuel López Obrador, presidente de a la República, volvió a marcar distancia del partido que fundó y aseguró que no meterá las manos en el proceso de sucesión para traicionar a los mexicanos.

De hecho, el jefe del ejecutivo federal hizo un llamado a la Fiscalía Electoral para que castiguen los fraudes en las elecciones y acabar de una vez con la era de los mapaches electorales y los portafolios llenos de dinero a repartir al final de la jornada electoral.

Lo anterior, al descartar pronunciarse sobre lo que viene para Morena una vez que el fin de semana pasado se acordó la vía de la encuesta para designar a sus representantes en todo el país; destacó además que todos los partidos políticos deben resolver sus diferencias por la vía democrática.

López Obrador, también sostuvo que al haber padecido durante años en su calidad de opositor las prácticas antidemocráticas, no caerá en el doble discurso de afirmar, por un lado, que no se reúne con los dirigentes y por el otro, terminar involucrándose en la sucesión de cargos partidarios.