La ironía de que las compañías alemanas se beneficien de la ’victoria’ comercial de Trump

Fecha: 17/12/2018 | Autor: Adylene | Categoría: Noticia

Esta semana, Beijing le dio al presidente Donald Trump una pequeña victoria. China acordó comprar más de 1.5 millones de toneladas de soya estadounidense, la primera gran importación desde la intensificación de la guerra comercial en julio. El gobierno chino también prometió reducir los aranceles a las importaciones de automóviles de EU al 15 por ciento, después de elevarlas del 25 al 40 por ciento a principios de este año. “¡Conversaciones muy productivas con China!”, tuiteó Trump enseguida, cantando victoria.

Aunque los agricultores estadounidenses se benefician de las ventas de soya, los verdaderos ganadores de la “victoria” automotriz no son en realidad las automotrices estadounidenses. Los gigantes de Detroit, así como Tesla, le venden a China automóviles de fábricas con sede en EU. Pero China importa sólo el 10 por ciento de sus coches de EU, porque los grupos automovilísticos estadounidenses han trasladado su producción hacia allá (y Tesla está planeando establecer una nueva fábrica en Shanghái).

Además, aproximadamente dos tercios de los más de 270 mil coches denominados como estadounidenses que se vendieron a China en 2017 fueron fabricados por grupos de propiedad alemana. Por ejemplo, las mayores ventas provinieron de la fábrica de BMW en Spartanburg, Carolina del Sur (que es su planta de producción más grande del mundo), mientras que las ventas de la planta de Daimler cerca de Tuscaloosa, Alabama ocuparon el segundo lugar.

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