Luego de la primera reunión de la Conago con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Javier Corral, gobernador de Chihuahua, celebró ‘la corrección necesaria’ del Ejecutivo en cuanto a las responsabilidades en materia de seguridad pública de los llamados ‘superdelegados’, y consideró que esto es un ‘buen augurio’ para enfrentar, en esta nueva administración, la violencia en el país.

Fue buen augurio que haya rectificado. Hubo cuidado de los gobernadores y del presidente en plantear las diferencias con buen tono, sin estridencia. Es el tema que más me preocupaba, el de la Seguridad Pública (porque) es el principal reto de la República y si en ese tema empezábamos mal, olvídate”, expresó Corral.

En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, el gobernador de Chihuahua reiteró que la propuesta inicial no era ‘compatible’, que prácticamente ninguno de los 32 gobernadores estaba de acuerdo con la propuesta, y que, sin una cooperación entre Estados y Federación, “será difícil revertir los índices de violencia”.

Durante la reunión de ayer, López Obrador acordó con los gobernadores que los superdelegados se mantendrán fuera del tema de seguridad en las entidades.

De acuerdo con declaraciones de los gobernadores de Coahuila, Miguel Riquelme, y el electo de Jalisco, Enrique Alfaro, al término de la reunión que sostuvieron con el presidente de la República en Palacio Nacional, este aceptó replantear la actuación de los delegados especiales.

Luego de los acuerdos de ayer en la reunión entre gobernadores y presidente, se acordó que los coordinadores de seguridad en los estados con costa serán mandos navales y en el resto de las entidades, mandos militares.