El gobierno mexicano asumió hoy, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que tiene enormes retos y desafíos para preservar las libertades fundamentales de sus ciudadanos y se comprometió a trabajar para mejorar la situación.
El subsecretario de Derechos Humanos, Miguel Ruíz Cabañas, dijo que México enfrenta "retos considerables en materia de Derechos Humanos” y que no estaban en Ginebra para “minimizarlos ni negarlos".
La tortura y otros tratos inhumanos o degradantes; la desaparición forzada, las amenazas y violencia contra defensores de los derechos humanos y periodistas; la violencia contra las mujeres; las violaciones a los derechos de las personas migrantes; la discriminación contra grupos en situación de vulnerabilidad.
Pueblos indígenas; niños, niñas y adolescentes; personas con discapacidad; personas LGTBI (Lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales); la trata de personas; y una tasa de impunidad lastimosamente alta nos exigen a todos los servidores públicos fortalecer nuestros esfuerzos", asumió Ruíz Cabañas como los temas pendientes en la materia.
México se sometió por tercera ocasión al Examen Periódico Universal (EPU), un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos que evalúa el estado de las libertades fundamentales y por el que deben pasar cada cinco años todos los Estados miembros de la ONU.
COMPLEJIDAD, AVANCES Y DESAFÍOS
Ruíz Cabañas explicó que uno de los problemas para avanzar es el hecho de que México sea una república federal de 129 millones de personas y haya 32 estados, cada uno con su propia constitución y poderes, lo que complica la coordinación entre los distintos niveles del Estado.
La complejidad de México como estado federal se refleja en que aproximadamente el 95 % de los delitos y violaciones a los derechos humanos son de jurisdicción estatal", explicó.