Fernando Alonso ha concluido la semana de su adiós a la Fórmula 1 proclamándose campeón de las 6 Horas de Silverstone. El Toyota 8 del español, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima afianza de esta manera su liderato con pleno de victorias en las primeras tres citas del Mundial de resistencia, tras ganar las 6 Horas de Spa y las 24 Horas de Le Mans.
A diferencia de las dos primeras carreras, en esta ocasión al coche del español le tocó salir desde la segunda posición y no desde la pole, en poder del otro Toyota, el número siete de Pechito López, Conway y Kobayashi. La marca japonesa, la única con tecnología híbrida, volvió a demostrar su superioridad tecnológica, muy por encima del resto de prototipos de la categoría reina (LMP1), incapaces de competir a su nivel. Fue, de nuevo, una duelo de Toyota contra Toyota, muy comedido, siempre con el objetivo de hacer primero y segundo, sin importar el orden. El propio Alonso lo explicaba después de su relevo, el segundo del trío de pilotos. "La lucha está muy reñida. No se nos permite una pelea muy dura, hay que quedar primero y segundo, pero podemos jugar y competir", detallaba el asturiano justo después de ganarle la posición a Conway.