“Corregir lo que está saliendo mal en los acuerdos con las FARC es una forma de unir a los colombianos”

Fecha: 11/07/2018 | Autor: Adylene | Categoría: Noticia

Diez días después de ganar las elecciones el pasado 17 de junio, Iván Duque inició un viaje que supone en sí una declaración de intenciones. Primero visitó Washington, donde el nuevo presidente de Colombia se formó durante una década como consejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para estrechar lazos con la Administración de Donald Trump. De allí voló a Madrid. Fue recibido por Felipe VI, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y presentó a los empresarios un plan de reformas económicas centrado en el impulso de las industrias creativas.

Duque, nacido en Bogotá, recogerá el testigo de Juan Manuel Santos el próximo 7 de agosto, una semana después de cumplir 42 años. Promete corregir los acuerdos de paz con las FARC alcanzados por su antecesor “sin hacerlos trizas”, se propone unir a un país dividido tras más de medio siglo de conflicto armado y busca disipar las inquietudes de una parte de la sociedad que desconfía del expresidente Álvaro Uribe, su principal mentor. Esta entrevista se celebró el lunes pasado en el escenario del Teatro Alcázar de la capital a petición de su equipo.

Pregunta. En su primera comparecencia como presidente electo hiló un discurso centrado en la reconciliación y llamó a unir a Colombia. La sociedad está dividida, sobre todo en torno al proceso de paz con las FARC. Usted quiere hacer algunas correcciones a esos acuerdos. ¿No corre el riesgo, así, de acabar contentando solo a algunos sectores?

Respuesta. El error más grande que se cometió en los últimos años fue por un propósito electoral de dividir a Colombia entre amigos y enemigos de la paz,cuando todos somos amigos de la paz. El plebiscito del 2 de octubre de 2016 se ganó por parte de la campaña del no y tan pronto se ganó se invitó a un gran acuerdo nacional que nunca cristalizó. Hoy tengo una aproximación muy clara. No se trata de destruir los acuerdos, no se trata de hacerlos trizas. Se trata de mantener aquellas cosas que son importantes, como la desmovilización, el desarme y la reinserción de la base guerrillera, como el poder adelantar una aproximación de desarrollo rural integral en el país, como el poder mantener unas inversiones importantes en las zonas que han sido golpeadas por la violencia y garantizar la protección de quienes han hecho ese tránsito a la reconciliación. Pero hay que corregir aquellas cosas que están saliendo mal y que generan efectos negativos: la expansión vertiginosa de los cultivos ilícitos, el hecho de que hay armas y dinero escondidos, que son una forma de afrenta a las víctimas, y que se pueda garantizar que el partido FARC mantenga su representación en el Congreso, pero si alguno de sus miembros es condenado por crímenes de lesa humanidad debe salir del Congreso y ser reemplazado por otro. Esas reformas son sensatas, necesarias, y corrigen lo que está saliendo mal. Esa, creo yo, es una forma de unir a los colombianos, no quedándonos en el pasado, sino pensando hacia el futuro.

P. ¿Cree que estas tres o cuatro reformas pueden tensionar un poco el clima, pero no van a suponer que las FARC rompan?

R. Si hay una verdadera voluntad de paz de parte de las FARC, que de ahora en adelante el narcotráfico no sea un delito amnistiable es algo que tiene todo el sentido. Que la erradicación y la sustitución de cultivos de coca sean obligatorias es una potestad que sigue quedando en cabeza del Estado, pero tiene que ir acompañada del desarrollo alternativo. Eso no puede ser visto de ninguna manera como una provocación o una insensatez. Que las armas y el dinero escondido impliquen que haya sanciones ejemplarizantes me parece algo legítimo. Y lo que nosotros estamos diciendo es que si las condenas se ratifican tendrán que salir del Congreso, pero el partido FARC podrá reemplazar esa persona por otra que no tenga deudas con la justicia.

Compartir