La Administración que preside Donald Trump da un nuevo paso en la confrontación con Rusia, al incluir en su lista de sanciones económicas y financieras a siete oligarcas para castigar a Moscú por interferir en las elecciones de 2016 y otras agresiones. Washington considera que estas élites son las principales beneficiadas de un “sistema corrupto” y considera por eso que no pueden quedar durante más tiempo aisladas de las consecuencias de las actividades desestabilizadoras de su Gobierno.
Las sanciones contra los aliados de Vladimir Putin han sido anunciadas por la oficina de control de activos extranjeros del Departamento del Tesoro, en consulta con el Departamento de Estado. Junto a los siete oligarcas rusos, identifica a las doce compañías que controlan y a 17 funcionarios de alto rango del Gobierno ruso. También se cita una compañía de propiedad estatal que se dedica al comercio de armas y su filial financiera.
Entre los magnates rusos que entran en la lista de sanciones se encuentra Oleg Deripaska, un multimillonario vinculado al antiguo jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, que está siendo investigado por el fiscal especial Robert Mueller en el marco de la trama que influyó en las pasadas elecciones presidenciales. Es, según el Tesoro, uno de los que “desempeñó un papel clave” en las actividades desestabilizadoras rusas.
Oleg Deripaska es fundador de En+ Group, uno de los mayores operadores energéticos en Siberia y controla el productor de aluminio Rusal. El Tesoro explica que Deripaska actuó directa o indirectamente en nombre de altos funcionarios del Gobierno. Señala en este sentido que tiene un pasaporte diplomático ruso. También destaca que el empresario fue investigado por blanqueo de dinero, fue acusado de amenazar con la muerte a rivales de negocios y por dar sobornos.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, justifica la acción afirmando que Moscú beneficia “desproporcionadamente” a sus élites. Al mismo tiempo, denuncia que el gobierno de Vladímir Putin está implicado en “actividades malignas por todo el mundo”. Cita la ocupación de Crimea, la violencia en Ucrania, el apoyo a Siria y las tácticas para desestabilizar las democracias occidentales.
Yerno de Putin
La lista incluye también a Vladimir Bogdanov, director general de la petrolera Surgutneftegaz, así como a Suleiman Kerimov, un senador que controla el productor de oro Polyus, y a Viktor Vekselberg, presidente de Renova. La lista la completa Alexey Miller, de la gasista Gazprom, Igor Rotenberg y Kirill Shamalov, otros empresarios del sector energético ruso. La fortuna de este último, según el Tesoro, se disparó tras casarse con la hija de Vladimir Putin.
Los activos de estos individuos quedan bloqueados y los ciudadanos estadounidenses no podrán hacer negocios con ellos. La Casa Blanca indica que la reprimenda no es en respuesta exclusiva al incidente en Reino Unido que acabó con la vida de un antiguo espía ruso ni tampoco a la injerencia electoral. Insisten que se trata de una acción más amplia, contra un patrón de conducta general. "Esta acciones son resultado de sus decisiones", insiste el Tesoro.
Algunos de los designados están considerados cercanos aliados del presidente Vladimir Putin y al citar incluir expresamente sus compañías, se ataque a una de las fuentes de ingresos más importante para el Kremlin. Las sanciones, añaden desde el Tesoro, llevan estudiándose desde hace tiempo y advierten de que ampliarán la lista a otras personas que puedan hacer transacciones financieras en nombre de estos individuos o de sus empresas.
EE UU ya identificó el pasado enero a 210 individuos rusos, que incluían a líderes de negocios y altos funcionarios. Por su parte, demócratas y republicanos en el Congreso criticaron a Trump por no actuar con la suficiente rotundidad a la hora de castigar a Rusia por sus interferencia en las presidenciales. El envenenamiento del espio ruso no hizo más que elevar la presión.