OCDE aumenta perspectiva de crecimiento para México en 2017

Fecha: 28/11/2017 | Autor: Adylene | Categoría: Noticia

La economía mundial confirma su recuperación, con mejoras del PIB del 3.6% en 2017 y el 3.7% el 2018, aunque no de manera “sólida ni integradora” en un contexto empañado por el elevado endeudamiento de los hogares y las empresas no financieras, alertó la OCDE.

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, advirtió hoy al presentar el informe semestral de Perspectivas que aunque el impulso actual es “positivo”, en 2019 se espera una desaceleración, hasta el 3.6 por ciento.

“El crecimiento todavía debe ser más inclusivo y más sostenible a nivel medioambiental”, dijo el representante de ese organismo con sede en París, para quien el alto nivel de deuda de los hogares de cierto número de economías avanzadas y el lento avance de la productividad son algunas de las preocupaciones.

De acuerdo con el documento de la OCDE, el crecimiento económico de México se mantendrá por encima del 2%, pese al incierto ambiente económico, la consolidación fiscal y más estrictas condiciones monetarias. Específicamente para este año, la organización anticipa que el país tendrá un crecimiento de 2.4%, cinco décimas por encima de la previsión de junio, y para 2018, considera, caerá a 2.2%, que se repondrá levemente a 2.3% en 2019.

La economía, considera la OCDE, se rebalanceará, con una alta contribución de las exportaciones e inversiones mientras el consumo privado se desacelerará en tanto la alta inflación anula el poder de compra y se frena la expansión del crédito, orillando a una política monetaria más estricta.

La construcción se levantará de niveles históricamente bajos, como resultado de la reconstrucción tras los sismos de septiembre.

Las recientes reformas estructurales y la tendencia de éxito en el sector energético darán impulso a la inversión privada, de acuerdo con la previsión de la OCDE.

La consolidación fiscal, señala el documento de la organización para México, continuará, dando un sentido al crecimiento de la deuda pública en relación con el Producto Interno Bruto y ayudando a mantener bajos los costos del financiamiento; la política monetaria mantendrá las tasas de interés más altas que en años previos y la inflación continuará por encima de la meta del Banco de México, limitando el crecimiento del crédito. Mientras la inflación regresa a la meta, las autoridades monetarias deberán facilitar la política para apoyar el crecimiento y la inversión.
Mientras las recientes reformas han impulsado la creación y formalización de empleos, así como la inclusión financiera, destaca la OCDE, la pobreza permanece estancada y persiste la profunda inequidad, incluyendo la desigualdad de género.

La simplificación de procedimientos administrativos para las transferencias de efectivo y mejorar el papel los trabajadores sociales para llegar a las familias marginadas podría contribuir a reducir la extrema pobreza. Una refuerzo en contra de la discriminación de género podría reducir las inequidades.

Las deudas de los hogares y de los corporativos es baja y los propietarios tienen activos financieros y no financieros. La supervisión de las instituciones financieras es adecuada, pero podría fortalecerse, garantizando autonomía a los reguladores que tienen dependencia presupuestal.

El débil consumo privado se refleja en el crecimiento moderado. Las inversiones públicas y privadas, incluyendo Pemex y otras empresas productivas del Estado, han estado débiles, llevando a una incertidumbre elevada y a la consolidación fiscal.

En otra mano, un sector servicios boyante está generando crecimiento del empleo, llevando el desempleo a niveles mínimos en diez años. La calidad de los trabajos también está mejorando al mismo tiempo que aumenta la formalización. En medio de un ambiente de incertidumbre, las exportaciones no petroleras se han robustecido.

Al mismo tiempo, reformas estructurales, como la de telecomunicación, ha contribuido al crecimiento, aunque el esperado impulso a la productividad está tomando más tiempo en materializarse.

La OCDE advierte que la economía mexicana está expuesta a golpes externos, particularmente aquellos relacionados a cambios en las políticas económicas y comerciales de Estados Unidos. Nunca antes, señala el texto de la organización, adecuar las políticas ha jugado un papel tan importante para apoyar a la economía a ser resiliente. Específicamente, el tipo de cambio flexible ha permitido absorber el impacto y ha permitido que el sistema financiero no esté sometido a estrés.

Hacia el futuro, la incertidumbre generada por las renegociaciones del TLCAN podrían persistir y aun intensificarse, retrasando las inversiones y las ganancias que deberían traer las recientes reformas estructurales.

Esta vuelta en los eventos puede hacer retroceder el crecimiento de la productividad, que es clave para fortalecer el crecimiento de largo plazo.

La turbulencia en los mercados financieros internacionales está creciendo, por ejemplo, un movimiento lento en China o la incertidumbre política en Estados Unidos puede llevar a reducir los flujos de capital y a apretar las condiciones financieras. Por otro lado, el éxito en las negociaciones comerciales y un compromiso fortalecido en la integración económica puede llevar a la confianza en las inversiones y al crecimiento de la productividad.

De acuerdo con el reporte de perspectivas económicas correspondiente al final del año, la OCDE considera que la economía mundial acelera su crecimiento, pero todavía es “modesto” en comparación con los años previos a la pasada crisis.

La organización estimó que la economía global crecerá 3.6 por ciento este 2017 y una décima más, 3.7 por ciento, en 2018.

En el informe, la organización de la que forman parte 35 de las principales economías mundiales, aseveró que “la economía mundial ahora está creciendo a su ritmo más rápido desde 2010”.

“Este esperado ascenso a la globalización del crecimiento, apoyado por el estímulo político, va acompañado de sólidas ganancias de empleo, un aumento moderado de la inversión y un repunte en el crecimiento del comercio” confirmó la OCDE.

Los economistas de la organización, con sede mundial en París, Francia, señalaron también que la “inflación es actualmente moderada en las principales economías y se espera que continúe moderada, aunque subiendo gradualmente”.

Pero reconoció que la mejora económica global “sigue siendo modesta en comparación con los estándares de recuperaciones pasadas”.

Para la organización tampoco están sentadas las bases para que el crecimiento económico mundial persista más allá de 2019 al ritmo actual, porque los agentes económicos sufren todavía de las secuelas dejadas por la crisis financiera y económica mundial reciente.

“El momento de crecimiento económico mundial permanecerá fuerte, pero solo por un poco tiempo”, advirtió la OCDE en su último reporte del año de pronósticos de la economía global.

“El crecimiento económico mundial está fortaleciéndose, con datos al alza sorprendentes” subrayó la economista en jefe de la OCDE, Catherine Mann que dijo que “hay señales positivas como que las empresas tienen la intención de invertir en capital”.

“Sin embargo, las tasas de inversión proyectadas siguen siendo demasiado bajas para mantener la aceleración de la actividad” y “una miríada de obstáculos (diferentes entre países) obstaculiza la inversión más sólida, crucial para el crecimiento de la productividad”, reconoció la economista.

“Se necesita un crecimiento más robusto de la productividad para aumentar las perspectivas salariales en las economías avanzadas y se necesita una mayor inversión en capital social, público, humano y físico para que las economías emergentes se mantengan al día en los niveles de vida”, añadió Mann.

Por países, las economías emergentes liderarán de nuevo el crecimiento económico mundial con crecimiento en promedio por encima del cuatro por ciento y del seis por ciento en el caso de China.

La economista jefe, Catherine Mann, apostó por implementar reformas en favor de una mayor productividad y salarios más altos, y por desarrollar una estrategia “integrada” que permita un equilibrio entre la necesidad de garantizar el crecimiento y de reducir los riesgos en el sector financiero.

La OCDE aboga por reformas económicas que faciliten el comercio internacional, reduzcan los impuestos en las empresas y fortalezcan el sector privado para que este ejerza “el rol que le corresponde” en la mejora de la economía.

Su informe atribuye la mejora de las perspectivas semestrales a las políticas de estímulos y recuerda que la progresión del producto interior bruto (PIB) no era tan alta desde 2010, después del comienzo de la crisis global.

La OCDE aclara que aún no se han alcanzado los niveles de renta per cápita registrados antes del estallido de la crisis, en 2008.

Las variaciones más positivas de sus proyecciones respecto a las del verano son de nuevo para la zona euro, con un aumento del 2.4% en 2017 (tres décimas más que en junio) y del 2.1% en 2018 (dos más).

Hay una leve mejora de una décima en las perspectivas para Estados Unidos (2.2% en 2017 y 2.5% en 2018).

Los indicadores del Reino Unido confirman su tendencia a languidecer en 2017 -una décima más- y un leve repunte de dos décimas en 2018, hasta el 1.2% gracias al impacto positivo resultante del periodo de transición acordado entre Londres y Bruselas para la salida del Reino Unido de la UE.

Otro de los gigantes de la economía mundial, China, mejora las proyecciones de junio con un aumento del PIB en 2017 del 6.8% -dos décimas más- y del 6.6% en 2018 -otras dos más- gracias a la pujanza del sector servicios y algunas industrias estratégicas.

Brasil, otro de los grandes países emergentes que no pertenecen a la organización, finalmente ha reiniciado su recuperación económica después de ocho trimestres seguidos a la baja y crecerá en 2017 el 0.7% -lo mismo que lo esperado en junio- y el 1.9% en 2018, tres décimas más.

El endeudamiento en el sector privado y en los hogares genera preocupación en la OCDE, especialmente en países como China.

En las economías más avanzadas, se teme que el largo periodo de bajos intereses haya estimulado la toma de decisiones demasiado arriesgadas e inflado los precios del mercado inmobiliario, algo que según Gurría es un buen indicador de futuras recesiones.

“Los países altamente endeudados pueden ser vulnerables a choques financieros y ese endeudamiento puede lastrar el crecimiento económico a medio plazo”, avisó el organismo.

La OCDE también analizó el papel de los bancos centrales en este periodo de recuperación económica y aconsejó retirar los estímulos monetarios vigentes en los últimos años, aunque de manera gradual en caso de que la inflación -más baja de lo deseado- se deba a factores fuera del control de los bancos reguladores. (Con información de OCDE, Efe y Notimex)

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