Lic. Martha Sofía Tamayo Morales   Presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI;   Distinguidos miembros del Comité Directivo Estatal;   Apreciables dirigentes de los sectores y organismos políticos de nuestro partido;   Respetables compañeras y compañeros priistas:         Qué ocasión más propicia que este día en que se conmemora el natalicio del licenciado Benito Juárez para develar en su memoria un busto que simboliza el respeto que todos los priistas tenemos hacia esta figura emblemática que tuvo la visión de fijar los cimientos del Estado moderno mexicano.    El Partido Revolucionario Institucional no puede concebirse sin el legado juarista que está presente en nuestros documentos básicos.    De tal forma que la observancia de la ley, la democracia como mecanismo para el mejoramiento de las condiciones de vida de los mexicanos, el Estado laico, la división de poderes y la educación como medio necesario para contrarrestar la desigualdad social, son principios aún vigentes del pensamiento juarista. Son principios surgidos del liberalismo reformista del siglo XIX y enriquecidos por el compromiso social de la Revolución Mexicana.    Quien se precie de buen priista debe asumir plenamente los preceptos que inspiraron la obra de Juárez.   Juárez, el imprescindible Juárez es y será lo que sin proponérselo fue: un norte orientador en todos los órdenes de la vida, pero sobre todo en la actividad pública, para la que se requiere una más alta sensibilidad para trabajar en función de los demás y un mayor rigor en el cumplimiento del deber que como políticos nos asiste.   Lo tenía presente muy bien nuestro amigo Luis Donaldo Colosio, al que con pesar recordamos al cumplirse casi 20 años de su partida física.    En un discurso dado el 20 de marzo de 1994, Colosio remarcó  que tomaba como guía de las propuestas de su campaña, el pensamiento de Benito Juárez.   Colosio reiteraba entonces que asumir los ideales de Juárez era comprometerse con la vigencia plena del Estado de Derecho, con las libertades, la democracia y la defensa de la soberanía.    En la actualidad, el PRI tiene muy claro que está viviendo la oportunidad histórica de impulsar la transformación política, económica y social del país, como la tuvo Juárez en su tiempo.    La diversidad de Reformas Estructurales impulsadas por el Presidente de la República Enrique Peña Nieto, en materia político-electoral, fiscal, educativa, energética, transparencia y rendición de cuentas y de telecomunicaciones, han roto con paradigmas de nuestro tiempo.   Lo que se ha hecho, es reforzar las capacidades institucionales del Estado mexicano.   El PRI  ha recogido el legado de Juárez, y siendo el partido en el Poder, ha actuado conforme a su tiempo y circunstancias, siempre en beneficio de la nación.   Por todo ello, quienes ostentamos la representación parlamentaria del PRI en el Congreso del Estado de Sinaloa decidimos que Juárez debería seguir teniendo su espacio físico y su representación simbólica, en el edificio del comité directivo estatal, como lo tenía antes, como lo tiene hoy, como lo tendrá siempre.     Porque el busto de Juárez deberá recordarnos a cada priista al hombre ejemplar que fue pieza clave en la construcción de las instituciones del Estado nacional y que en todo momento actuó con probada rectitud de principios, con una concepción de la ley como lo más sagrado y una fe inquebrantable en la Nación y en la República.    El mejor homenaje que podemos hacerle a Juárez, es establecer un compromiso inflexible con los principios que inspiraron su obra. Por eso y para eso estamos aquí.