AARÓN IRÍZAR LÓPEZ
De Alejandría a la Red de redes
El Sol de México/ 27 de febrero de 2014
Cuando Alejandro Magno acaeció en el año 323 A.C., su gran imperio fue dividido entre sus generales, fue entonces que la región de Egipto quedó en manos de Ptolomeo I Sóter, quien inició la construcción de lo que sería un vigoroso centro de investigación con una biblioteca que se conocería en el mundo como la Antigua Biblioteca de Alejandría, sitio considerado en su época como la capital de las ciencias, las artes y la filosofía.
Se cree que el pensador griego Demetrio de Falera, sugirió a Sóter I conjuntar un acervo de textos que ilustraran a las sociedades sobre las formas de gobierno y el comercio. En fin, se trataba de un acto de gobierno para la expansión del conocimiento.
A más de dos mil años de diferencia, el mundo vive uno de los momentos más espectaculares en materia de innovación, información, conocimiento y comunicación con la Red de Redes: Internet. Se trata de una infraestructura de la información expandida, cuyo prototipo inicial se denominó "Infraestructura de Información Global o Galáctica".
Su influencia alcanza no sólo a los sectores técnicos de las comunicaciones informáticas, sino a toda la comunidad global, pues en la medida que aumentó su uso, se optimizó el comercio, la educación, la información, la transparencia y la rendición de cuentas de los gobiernos, e incluso las acciones en pro de la paz y la democracia en el mundo. Algunas voces se han atrevido a llamar a la Red de Redes, la gran biblioteca virtual mundial.
Este panorama perfectamente comprendido por el Gobierno de la República, originó el abanderamiento de una de las reformas estructurales más importantes en materia de telecomunicaciones. La reforma constitucional contempla que el Estado garantice el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, incluido el de banda ancha e Internet.
En tal virtud, la Comisión Federal de Electricidad deberá ceder al Estado su concesión para instalar y operar una red pública de telecomunicaciones que encoordinación con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, hará efectivo el acceso de la población a la comunicación de banda ancha y a los servicios relativos. Cabe mencionar que estas acciones iniciarán antes de que concluya el presente año.
Ahora bien, en el ámbito del trabajo parlamentario, no resta recordar que en el debate deberán observarse los principios que rigen en Internet: 1) Acceso universal; 2) Gobernanza multiparticipativa; 3) Libertad de expresión; 4) Neutralidad de la Red; 5) Estándares abiertos; 6) Protección de la privacidad y, 7) Propiedad intelectual. Al respecto, varios retos se presentarán para las cámaras legislativas.
En primer lugar deberá cuidarse que en el análisis de la protección de los derechos de autor dentro de la Red de Redes, prevalezca una visión liberal para evitar que en aras del respeto al derecho de autor, surja la censura.
En segundo lugar, con el ánimo de garantizar que Internet siga siendo la biblioteca virtual y la bandera de la libertad de expresión y del comercio en el siglo XXI, habrá que estudiar a detalle las reglas que eviten que quienes presten servicios de Internet para acceder a la Red; así como los prestadores de servicios en línea, quienes son la vía para tener un correo electrónico y chats, entre otros, sean culpados y sancionados por las expresiones y actividades de los usuarios, pues en ambos casos, sólo son un medio de transmisión.
En tercer lugar, los legisladores cuidaremos se garantice la calidad en la prestación de los servicios y contenidos, mediante la igualdad de trato para todos los flujos de datos, sin restricciones o bloqueos, manteniendo la neutralidad de la Red.
Un ejemplo de la importancia de este último aspecto es lo que ocurre en Estados Unidos de América, la compañía NETFLIX conocida por el alquiler de películas y recientemente por la producción de series premiadas internacionalmente como "House of Cards" invirtió el año pasado 1.2 millones de dólares en cabildeo para evitar pagos extraordinarios por la cantidad de datos transmitidos, en este caso, por transmitir películas y series con calidad a través de una conexión apropiada.
La apuesta de la empresa en comento fue para que los proveedores de los servicios de Internet no penalicen a los proveedores de contenidos por el uso de espacios amplios de banda ancha, mediante conexiones lentas o precios adicionales, lo cual perjudicará al destinatario final, los consumidores.
En resumen, el eje de estudio y discusión de las normas reglamentarias de telecomunicaciones deberá atender a una meticulosa armonía entre la libertad de expresión, la protección de los derechos de autor y los prestadores de servicios en la Red de Redes, velando en todo momento por el mejor interés de los consumidores en México.
*Senador de la República por el estado de Sinaloa.
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