La visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama a nuestro paí­s no tiene otra finalidad que tomarse la foto: Dolores Padierna

Fecha: 16/02/2014 | Autor: Rocio Berenice Valdez Garcia | Categoría: Noticia

La corta visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama a  nuestro país no tiene otra finalidad que tomarse la foto.   No hay información que nos indique que se tratarán asuntos  importantes en la agenda bilateral, más allá de las promesas de Enrique Peña Nieto para completar la entrega de los bienes nacionales a través de las leyes secundarias en materia energética.     No podemos brindar una calurosa bienvenida al presidente Barack  Obama porque viene a nuestro país con una agenda que incluye la entrega  de los recursos de los mexicanos; además del tema de una posible  ampliación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que, después de 20  años no ha traído beneficios a la mayoría de los mexicanos.     Tanto Obama como Peña Nieto buscan empequeñecer el tema de la seguridad, pero no porque esté presente también Canadá y la agenda deba ser trilateral, sino porque la supuesta cooperación en esa materia está manchada con la sangre de miles de mexicanos y por el vergonzoso espionaje de Estados Unidos contra México, una práctica que viola el derecho internacional y de la cual ha sido víctima el propio anfitrión.     Sin duda, en la *Cumbre de la foto*, el presidente Barack Obama  dejará muchas preguntas sin responder: ¿seguirá sumando deportaciones  de migrantes, ya que es el campeón de las mismas?, ¿algún día podrá cumplir su promesa de una reforma migratoria?, ¿alguna vez recibirá México  una explicación sobre el espionaje del que ha sido objeto?, ¿podemos  estar seguros de que Estados Unidos no sigue enviando armas que  terminan en manos del crimen organizado?   En tanto, Peña Nieto es posible que no atine a responder cabalmente  las preguntas que sobre el tema de las autodefensas le hará su  homólogo estadounidense, ya que se trata de un tema en el que se resume la desconfianza que Estados Unidos tiene en el actual gobierno  mexicano.   Respecto a la reforma migratoria, Obama culpa a los republicanos de  que no se haya aprobado, pero no ha hecho nada de lo que podría hacer  para evitar el sufrimiento de las familias migrantes obligadas a vivir separadas. Al contrario, el presidente -que en su primer campaña dio esperanzas  sobre un cambio profundo-, ha sido quien más migrantes ha deportado, en su mayoría mexicanos cuyo único delito es buscar una mejor calidad de vida.   Incluso, miles de mexicanos purgan ahora condenas de tres años de prisión por el "delito" de entrar a Estados Unidos para trabajar. Ellos son el mejor ejemplo de lo que Obama entiende por "buena vecindad".   Es preciso recordar que la foto que Carlos Salinas se tomó hace 20  años con George Bush padre significó para millones de mexicanos ser  expulsados de sus comunidades por hambre, el deterioro permanente de sus  ingresos y la destrucción de áreas enteras de la economía nacional.

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