Jesús Héctor Muñoz Escobar
En las teorías del desarrollo, las instituciones jurídico-políticas juegan un papel trascendental en el progreso económico, es decir para que un país crezca es necesaria la existencia de un ambiente institucional, en el que se respeten los derechos de propiedad, un sistema judicial que se apegue a la ley, impartición de justicia expedita, democracia, trasparencia y rendición de cuentas; en pocas palabras un marco jurídico integral que permita el progreso. En el siglo XIX, el alemán Max Weber de identificar el papel del derecho moderno en la formación y el desarrollo del capitalismo. Actualmente innumerables investigadores estudian la relación entre derecho y economía, uno de los más reconocidos es el americano y ganador del premio nobel en economía en 1993 Douglas North, quien señaló que las instituciones tanto formales como informales son factores que explican porque unos países tienden a crear más riqueza que otra, añadiendo que la finalidad social de las instituciones es la de contribuir a la cooperación e interacción humana por cuanto permiten enfrentar y manejar la incertidumbre.
Weber y North coincidieron que el contar con instituciones jurídicas fuertes está asociado a la predictibilidad de acción del Estado y de los ciudadanos; la certeza jurídica facilita que los particulares aumenten su participación en los mercados al sentirse seguros de que el Estado actuará de acuerdo a los límites establecidos sin abusar de su poder.
Un ejemplo sencillo,es que un inversionista no querrá invertir en México si sabe que los derechos de propiedad no son respetados y menos si conoce que la impartición de justicia es muy lenta y las leyes ambiguas. Pero si hay un cambio sustancial en la aplicación de las normas jurídicas en derecho de propiedad, el capitalista se sentirá más motivado a abrir una empresa en el país. La fundación Heritage cada año publica el índice de libertad económica, los países mejor evaluados fueron Hong Kong, Singapur, Australia, Suiza, Nueva Zelanda y Canadá, que se caracterizan por tener altos índices de desarrollo, e instituciones y marcos legales funcionales. En el estudio México se ubicó en el lugar 50 de 186 países evaluados, con un calificación de 67% sobre 100, lo que significa que se considere un país moderadamente libre. Las libertades económicas medidas fueron estado de derecho que incluye derecho a la propiedad y libertad frente a la corrupción; tamaño de gobierno que abarca libertad fiscal y gasto público; eficacia reguladora que comprende los rubros de libertad empresarial, laboral y monetaria; y por último la apertura de los mercados que mide variables como libertad comercial, de inversión y financiera. Los puntos en los que nuestro país obtuvo menor calificación son la corrupción en el cual ocupamos penosamente el lugar 98, la libertad laboral en el puesto 94, y libertad fiscal y derechos de propiedad en el 53.En ese sentido, elgobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto, junto con el congreso de la unión representados por todas las fuerzas políticas han emprendido esta tarea: actualizar el marco jurídico para poder crecer y el rol que deben jugar las instituciones en el rubro económico, la serie de reformas que de manera integral buscan la transformación del país, cómo la nueva ley en materia de transparencia, un código único de procedimientos penales, la reforma en telecomunicaciones, política electoral, educativa, energética, laboral y fiscal y las que vienen. El éxito de los países más desarrollados comienza por tener un andamiaje legal que además de ser claro es aplicable para todos, por lo cual los agentes económicos actúan con certidumbre y esto al final termina convirtiéndose en bienestar para la población.
