El bullying: Héctor Melesio Cuén Ojeda

Fecha: 02/02/2014 | Autor: Rocio Berenice Valdez Garcia | Categoría: Noticia

En México y en Sinaloa no han existido políticas públicas para atender de manera integral la violencia escolar conocida como bullying. Ello se debe, entre otras cosas, a que no se cuenta con una institución a la medida que lo atienda. Mucho menos en la que se realice sistemáticamente investigación científica para prevenirlo y tratarlo.

 

Hasta ahora las acciones educativas en esa materia han sido aisladas, al adolecer de sistematización y enfoque científico; imprescindible por ser un problema complejo y delicado que debe estar en manos expertas para atenderlo con éxito.

Constituye un problema de la más alta prioridad para la gestión educativa. Los indicadores nos revelan una profunda y compleja gravedad.

En Sinaloa se han suscitado hechos abominables hasta llegar al extremo de la comisión de delitos, tales como por ejemplo, lesiones graves que han puesto y ponen en peligro la vida e incluso, hemos tenido casos de homicidio, cometidos en perjuicio de niños y adolescentes, que desafortunadamente se ha presentado en escuelas de nuestro sistema educativo.

Ante ello, autoridades, sociedad y sus organizaciones no debemos quedarnos estáticos, ni tampoco pasar inadvertido ese grave fenómeno social, puesto que vendría a profundizar su complejidad y efectos nocivos para la convivencia, armonía y paz social que tanta falta hace en nuestro país y en Sinaloa.

La amplitud, complejidad y profundidad del fenómeno del bullying, se revela por el sólo hecho de que el 100% de los estudiantes lo conoce y sabe describirlo con claridad, ya que es un tema sumamente divulgado a través de las redes sociales de internet y los diversos medios masivos de comunicación social.

Tan es verdad lo anterior, que en la actualidad 4 de cada 10 niños y adolescentes han sido víctimas del bullying, lo que nos conmina a todos a hacer algo, porque ello en frecuentes ocasiones los deja marcados para toda la vida, produciendo serios resentimientos que a la postre se convierten en venganza contra la propia sociedad, ya que finalmente desencadena en la criminalidad que tanto nos agobia y agravia en la actualidad.

El germen de ese gravísimo fenómeno, tiene su origen, esencialmente, en el seno del núcleo y entorno familiar. Lo malo es que trasciende a los entornos social y escolar. Es en este donde tenemos que ponerle especial atención, cuyo tratamiento debemos elevarlo a la categoría de una sistemática y bien diseñada política pública.

Como parte de una de las tantas preocupaciones  y ocupaciones que tiene el Grupo Parlamentario del Partido Sinaloense (PAS), se dio a la tarea de formular y presentar ante el Congreso del Estado una iniciática de ley para crear un instituto de investigación, prevención y tratamiento de la violencia escolar (bullying), a fin darle un adecuado cauce jurídico e institucional al multicitado problema.

Sabemos y estamos seguros de que el modelo de diseño que propusimos esta misma semana ante el Congreso Local, a través de dicha iniciativa, será ejemplo a seguir a nivel nacional, y ello será motivo de orgullo para Sinaloa y los sinaloenses. Tendrá carácter eminentemente autónomo en el más amplio y profundo sentido de la palabra, y garantizará a la sociedad un funcionamiento eficiente. Claro, será necesario que los demás grupos parlamentarios en el Congreso del Estado lo aprueben. Para ello será necesario que se aparten de prejuicios e ideologías, porque la violencia escolar, como todos los fenómenos, no entienden de estos ni de ellas. Y la sociedad no tiene por qué pagar las consecuencias ideológicas o políticas. Ella exige acciones y resultados.  No le importan esos prejuicios. Detesta los autoritarismos con que regularmente se conducen algunos grupos políticos, derivados de su cerrazón, producto de su inmadurez y de la falta del más mínimo respeto al pueblo. Son viejos lastres, propios del absolutismo monárquico o de las dictaduras que no han podido desterrarse en pleno siglo XXI. Los diputados del PAS seguiremos luchando y denunciando ese tipo de actitudes. No permitiremos que abusen y sigan engañando al pueblo. Seamos congruentes y honremos nuestra palabra, porque de nada sirve tanto discurso demagógico, si los hechos demuestran contundentemente lo contrario. Respetemos la inteligencia y sabiduría de la sociedad. No pretendamos engañarla, porque ello es agraviarla en lo más profundo de su dignidad. Ya pasaron los viejos tiempos del autoritarismo y de la sumisión. Es hora de que se despierte de ese letargo. Mayoría numérica no es igual a razón. Tampoco minoría es igual a sumisión. No hay que confundir los factores y las circunstancias. Y menos aún, en una democracia sin calidad como la nuestra, donde se presentan todo tipo de artimañas para lograr el voto de la gente. De esas artimañas provienen las mayorías. Esa es toda la gracia de lograr la mayoría numérica. Se aprovecha de la necesidad y de la pobreza para comprar el voto. Es necesario decirlo con todas sus palabras para que quede claro. Seguiremos denunciando todo atropello e irregularidad donde quiera que se presente. El tiempo y los hechos nos darán la razón.

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