AARÓN IRÍZAR LÓPEZ

La nueva cara de la justicia

El Sol de México 2 de enero de 2014

En la actualidad la justicia mexicana tiene un déficit de confianza ciudadana debido a procedimientos ineficientes y arcaicos que impiden el tránsito hacia un modelo judicial mucho más moderno y transparente que responda a las exigencias actuales.

El estudio La cárcel en México. ¿Para qué?  señala hasta enero de 2013, que el 41.3 por ciento de los internos no contaba con una sentencia condenatoria; esto es igual a haber privado a miles de personas de su derecho a permanecer en libertad durante su proceso judicial.

Actuar con estricto apego a los derechos humanos sin flaquear con la severidad de la impartición de justicia, son dos esferas del derecho que deben complementarse y no reconocerse como ajenas.

En este sentido, en el Senado de la República nos sentimos orgullosos de haber construido un marco jurídico que responde a una demanda añeja de la sociedad mexicana: acceder a una justicia transparente, eficaz y respetuosa de los derechos humanos.

Ello fue posible gracias a la aprobación, por unanimidad, del nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales, que abroga el federal aún vigente, desde 1934.

Este nuevo instrumento jurídico se organiza en 490 artículos que homologan los procedimientos penales en todo el país, basados en dos principios fundamentales: a) La impartición de justicia con apego irrestricto a los derechos humanos y,b) el abandono de la discrecionalidad que consolidaba procesos inquisitorios y poco transparentes.

Entre sus bondades principales destaca que la cárcel se convierte en una excepción antes de persistir como la regla.

Un dato interesante es que hoy en día nos posicionamos como la séptima población penitenciara más alta del mundo en términos absolutos, debido a criminalización de los juicios.

Ahora, contaremos con un Juez de Control para verificar que el imputado conozca su derecho a un juicio oral y sus ventajas; se armonizan las reglas para la publicidad del proceso, en atención a la iniciativa de los gobiernos abiertos y transparentes e incluso,tendremos un glosario de términos que facilitará la comprensión y utilización del nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales.

Este instrumento legal reglamenta los cateos; las órdenes de aprehensión y detenciones; la toma de muestras sin el consentimiento del imputado; las inspecciones corporales; las entrevistas a los testigos y la identificación de sospechosos.

Cabe destacar que los senadores aprobamos algunos cambios durante el debate en el Pleno, referentes a los artículos 291, sobre la intervención de comunicaciones privadas o tecnologías de la información; 337, sobre el derecho probatorio de la víctima a tener copia de los registros de investigación y copia de todas las pruebas materiales recabadas; y el 338, sobre la coadyuvancia en la acusación, para convertirse tanto la víctima como el imputado, en facilitadores del proceso. Con el nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales que contiene las normas para la investigación, procesamiento y sanción de los delitos cometidos en el territorio nacional, los senadores cumplimos para que el sistema de justicia en el país se reconcilie con su propósito fundamental: brindar seguridad, igualdad e imparcialidad a todos los ciudadanos, permitiendo así, consolidar el México en paz que todos anhelamos.

*Senador de la República por el estado de Sinaloa Twitter: @AaronIrizar www.facebook.com/aaron.irizarlopez http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n3243289.htm