Gracias señor presidente:

Sin duda el pueblo de México está siguiendo muy puntualmente este debate. Por más que se discuta aquí que no es un debate, las posiciones están siendo perfectamente definidas, tenemos un registro de aproximadamente 40 oradores, más los que se acumulen al término del debate en lo general.

Cifras y estadísticas se han escuchado y se seguirán escuchando durante todo el resto del día.

¿Pero qué es lo que quiere escuchar el ciudadano común, qué es lo que quiere escuchar la ama de casa, el trabajador, el obrero, el maestro en el aula, el vendedor ambulante, el estudiante universitario, el egresado de la universidad que no encuentra trabajo, las madres solteras, los ancianos, adultos mayores en mucha marginación o en marginación plena?

Sí hay un gran debate por la reforma energética, como ha habido otros de reformas anteriores, pero dónde y cuál es en realidad el reflejo que tiene nuestro país en su desarrollo, en su economía, en sus diversos contrastes sociales.

La defensa del petróleo a ultranza como soberanía de la nación. Sin duda el petróleo seguirá siendo de la nación, porque así se ha establecido y así va a estar consagrado en esta reforma.

Las diferentes fuerzas políticas han presentado sus propuestas de reforma, todas coinciden y coincidimos en que debe darse. En lo que no coincidimos se está en los alcances, en la forma o en el fondo.

Pero tanto el Partido de la Revolución Democrática, como Acción Nacional, y mi partido el PRI, coincidimos en que hay que ir por esta reforma.

¿Hasta dónde debe llegar esta reforma, a seguir anclados en la tercer década del Siglo XX, cuando el mundo se movía con lentitud? y éramos en este país apenas 40 millones de habitantes, o a poder situarnos en esta casi la mitad de la segunda década del Siglo XXI, donde el mundo se mueve a prisa, donde nada se detiene, donde hoy somos 120 millones de mexicanos y en 25 años más seremos aproximadamente 150.

¿Quién tiene la fórmula mágica, el PAN, el PRD, el PRI? o es la construcción de un verdadero acuerdo nacional que le dé certidumbre al ciudadano que nos escucha, de lo que pretende y lo espera en los próximos años. Esa es … hoy.

De un Presidente de la República que le apuesta al debate mediático, claro que le apuesta, ya lleva un año de su gobierno y solamente son seis, y tiene que dar esos resultados que le permitan cumplir con esos compromisos que ya aquí también se acaban de mencionar, signados, y donde no hay manera de echar a andar la máquina, de hacer dinero como en los viejos tiempos, para seguir llevando a este país a las crisis recurrentes económicas, en la que muchos mexicanos padecimos y padecieron la pérdida de su patrimonio y sus intereses económicos.

Sí es duro hablar de una reforma constitucional. Las acabamos de hacer no hace mucho, tan sólo en la educativa, todavía tiene maestros en las calles; por qué no hablar también de una reforma constitucional que permita situarnos en el entorno internacional y en la competencia mundial de algo que es indispensable y que es una realidad que debemos ser competitivos, modernos y poder estar al día con la explotación de lo que es la energía en el mundo.

No me tocó estar en los países que fueron a recorrer, no tuve la oportunidad, pero sí conozco México, sí sé los contrastes de este país, sí sé de los diferentes méxicos que existen actualmente, el México marginado, pobre, que por más esfuerzos que se hacen de los gobiernos y no quiero ver de qué colores, siguen en esa marginación, ahí están, ahí está Chiapas, Guerrero, Oaxaca, está Puebla, Veracruz, los grupos indígenas, consecuentemente son parte de nuestro discurso político.

Insisto, el debate se va a dar, y sin duda habremos de escuchar a los senadores que acaban de pretender hacer una pregunta, y ahí con toda seguridad también estaremos puntualmente registrando sus intervenciones, y si es necesario hacer algún cuestionamiento, con mucho gusto si lo permite la mesa y ellos mismos.

Mantener a este país anclado y no dar los pasos que nos lleven verdaderamente a transformarlo, para mí, eso sí sería verdaderamente una traición a la patria. No poder entender lo que hoy vivimos y pretender creer que el país habrá de caminar solo, como dicen para mi pueblo, por obra y gracia del espíritu santo, también es muy complicado.

Creo que aquí va a ser clave y fundamental los acuerdos que podamos conseguir. Se pueden decir medias verdades o verdades completas, o medias mentiras; que si los trabajadores de PEMEX van a sufrir por esta reforma, se ha dicho y se precisa que no tendrán menoscabo de sus derechos y prestaciones.

Que si el petróleo se va a vender al extranjero y se va a usufructuar el patrimonio de la nación, también se ha dicho aquí que será rectoría del Estado, lo que mandata el Artículo 27, y los convenios serán perfectamente revisados.

Que la corrupción y la manifestación de los acuerdos pudieran ser, también se está trabajando para construir una ley anticorrupción que nos pueda llevar a la certidumbre de que todo se dé dentro del marco normativo y jurídicamente legal.

Y bueno, al final, insisto lo que el país y lo que el pueblo quiere: resultados. Reformas que lleguen al bolsillo de los ciudadanos.

¿Cuántas universidades públicas en este país están dejando de registrar estudiantes por falta de presupuesto? ¿cuántos de nuestros cerebros estudiantiles que egresan de sus licenciaturas, maestrías o doctorados no pueden tener la posibilidad de un empleo en México y tienen que ser prácticamente comprados por otras naciones para allá, dar los frutos que aquí en México no les pudimos dar?

¿Cómo poder decir que hay que crecer en ciencia y tecnología si no somos capaces de destinar el presupuesto suficiente porque lamentablemente no tenemos el suficiente?

Esto y más, está a debate. Por esa razón vale la pena lo que estamos haciendo hoy para bien de la nación, y vale la pena este debate, vale la pena que estemos así coincidiendo y no, y muchas veces arrebatándonos la palabra, y muchas veces cuestionando la intervención de un senador.

Claro que hay posiciones contrapuestas, pero ese es el debate. Al final tiene que haber una decisión, por supuesto, tiene que haber una votación, y ésta y en todas las democracias del mundo, se da en función de quien tiene la mayoría de los votos, no hay otra, ese es el reflejo democrático y a eso le vamos a apostar.

El Partido Revolucionario Institucional a poderle responder a los mexicanos, apoyando al presidente Enrique Peña Nieto en estas reformas, que no son otra cosa, que búsqueda de la transformación de este país.

Gracias señor presidente, es cuanto.