Articulo en la Revista Sublime donde habla sobre la vida y carrera del Senador Aarón Irí­zar López

Fecha: 14/11/2013 | Autor: Dr. Héctor Muñoz | Categoría: Noticia

SENADOR DE LA REPÚBLICA

Aarón Irízar es un ser humano que ha luchado por construir un porvenir siempre poniendo el servicio a los demás por delante, y agradecido con la vida porque lo ha dotado de salud, de una familia de la cual se siente muy satisfecho y orgulloso; que se siente agradecido reitero con la vida y su propia circunstancia, al haberle concedido la enorme dicha de nacer en este gran país que es México y en esa noble entidad que es el estado de Sinaloa; porque en ambas demarcaciones, todo hombre trabajador, honrado y de buena voluntad tiene siempre más de una oportunidad para salir adelante, para progresar en lo material y en lo humano.    Nací en el seno de una familia de condición humilde pero no por eso pobre, porque pude haber tenido algunas carencias económicas, pero también siempre un enorme riqueza en la solidaridad y afecto familiar, constituida por 19 hijos más mis dos padres y haber asentado nuestro hogar en un punto de la geografía rural del municipio de Mocorito, Sinaloa.    Mis padres, se propusieron fundar con fe y esperanza lo que vendría a ser hasta el día de hoy mi familia; cuyos integrantes en su totalidad salieron adelante gracias a su esfuerzo personal y al aprovechamiento de las oportunidades que esta noble tierra de Sinaloa les ha brindado a todos sus hijos que, repito, se esfuerzan y transitan por el sendero del bien, del trabajo fecundo, de la preparación, del respeto a los demás y a su patrimonio, del respeto a las leyes, del respeto a la vida.   Todos mis hermanos absolutamente, hemos fundado nuestras respectivas familias. Lo señalo con mucha satisfacción, porque la familia es la base de una sociedad sana y funcional; todo Gobierno que aspire al progreso material y humano de su población, debe sentar las bases para el desarrollo armónico de la familia antes que nada.   Conozco el trabajo como forma de vida desde los 6 años; Desempeño desde mi infancia –lo digo con gran orgullo- los trabajos que acordes a mi edad y a las condiciones de la época, se podían desempeñar: Fui aseador de calzado, paqueterito, hice mandados, ayudé a mis padres en labores básicas de la vida en el rancho. Y considero que el trabajo infantil, correctamente reglamentado y mientras no contravenga. Después, al paso del tiempo, fui escalando puestos en los diferentes organigramas de las empresas en las que empecé a colaborar, todas asentadas en la ciudad de Culiacán.   Soy producto de la educación que el pueblo de México me brindó a través de sus nobles instituciones desprendidas de la garantía constitucional resguardada por el artículo 3ro; por eso me debo a la sociedad y a sus mejores causas. Esto, quiero dejarlo muy claro, no lo digo en el ánimo de populismo o de demagogia; lo digo con toda la convicción que me otorga el haber estudiado desde el Jardín de Niños hasta el Postgrado en instituciones públicas, cuyo resultado se ha reflejado en las numerosas ocasiones en que he tenido la oportunidad como servidor público o como autoridad elegida por el voto popular, de apoyar y atender a muchos planteles educativos de los diferentes niveles.   Mis inicios como profesional fueron en la iniciativa privada, a la que debo mis primeros y más importantes valores de eficiencia, orden y productividad en el ámbito administrativo; he tenido también la fortuna de hacer grandes y muy caros amigos en el sector empresarial, gracias a mis primeros empleos y responsabilidades en el sector corporativo, repito, como al haber estado al frente de organismos camarales representando la comerciantes y empresarios organizados.   He sido catedrático en mi universidad de origen, la Universidad Autónoma de Sinaloa, así como en otras instituciones de nivel superior por 18 años ininterrumpidos, a donde he contribuido y apoyado a la formación de muchas generaciones de nuevos profesionistas que se incorporan a la vida productiva. Soy un hombre sencillo, que disfruta de las cosas sencillas de la vida. De los sentimientos diáfanos entre los seres humanos, de las palabras claras y los posicionamientos nobles, sin presunción.   Me gusta la comida tradicional sinaloense, mexicana; la buena música; de toda, siempre y cuando sea armónica y alegre. Soy asimismo, de los más claros ejemplos de lucha y de perseverancia. Mi historia política personal habla por mí. Después de haber sido Director de Recursos Humanos, Subsecretario y Secretario de Administración de Gobierno del Estado, Diputado Local y Presidente del PRI municipal en Culiacán, competí por mi partido el PRI a la Presidencia Municipal en el año 1995, a la cual no resulté favorecido por el voto mayoritario, habiendo aceptado inmediatamente y con entereza los resultados de lo que fue la primera ocasión en que no le era reconocido un triunfo a nivel municipal a mi partido; signo de los tiempos y signo de la democracia.   Sin embargo tuvimos la endereza y la fe en las instituciones de mi país, reconociendo los valores de la democracia con sus bondades y pues, me volví a lanzar en la búsqueda de la alcaldía de Culiacán y en esa ocasión obtuve el voto mayoritario para el trienio 2005-2007. La vida me dio una gran lección: Si no se gana a la primera, no significa que no puedas aspirar al triunfo; la democracia tiene sus reglas y hay que saber seguirlas y aceptarlas, sin soberbia, con la humildad que los mexicanos y los sinaloenses desean ver reflejada en las acciones y en las actitudes de sus gobernantes.  

Así que: En la política, como todo en la vida, “No hay derrotas definitivas ni victorias para siempre”…Y desde luego, “Cuando se quiere se puede”.

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