LAS REFORMAS EN EL CONGRESO DE LA UNIÓN

AARON IRIZAR LOPEZ

COLABORACIÓN SOL DE MÉXICO

Hace apenas unos días el Congreso de la Unión aprobaba el paquete de leyes que dieron forma a la reforma hacendaría: la Ley de Coordinación Fiscal, la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaría, la Ley del Impuesto al Valor Agregado, la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), la Ley Federal de Derechos y la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Esto significó la concreción de importantes avances, ya que se lograron cambios para fortalecer el régimen de transparencia en la contabilidad gubernamental de los tres órdenes de gobierno, incentivar la recaudación local, dotar de participaciones más justas a los Estados y Municipios en los que se explotan recursos naturales, y gravar con mayores impuestos los productos de consumo humano que por su contenido calórico perjudican la salud, particularmente, cuando somos, según la Organización Mundial de Salud (OMS), el país número uno considerando la incidencia de la obesidad en la población. Esta reforma impulsada por el Gobierno Federal tiene una marcada inclinación social, ya que busca que paguen más quienes más ganan y evita gravar con el IVA a alimentos y medicinas, lo que permite una mejor distribución de los aportes al erario público, para beneficio de la sociedad y, sobre todo, de aquellos que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad. El trabajo realizado hasta el momento es satisfactorio, ya que en los próximos meses los mexicanos podrán ver los beneficios derivados de las leyes aprobadas. Sin embargo, el final del periodo de sesiones del Congreso de la Unión será de intensa actividad para quienes tenemos la alta responsabilidad de trabajar por el futuro de las mexicanas y los mexicanos. Importantes discusiones nos esperan en el tratamiento de la Reforma Política, buscando dotar al país de marcos legales más modernos que permitan mayor certidumbre y confianza en las instituciones, para que México logre el desarrollo que todos deseamos. Desde finales de la década de 1970 el país ha evolucionado en sus instituciones democráticas y ha logrado avances sólidos en materia de competencia electoral y respeto al voto de todos los ciudadanos. Para lograrlo hemos aprendido de errores del pasado, y estos aprendizajes han quedado plasmados en sucesivas reformas políticas y electorales que permitieron mejoras en la legislación y, como consecuencia, también en los procesos electivos y en las instituciones encargadas de su organización y control. Las distintas fuerzas políticas del país han expresado la necesidad de darnos una nueva Reforma Política electoral, para continuar por el camino de fortalecer la democracia mexicana, y el intercambio de ideas en búsqueda de consensos resulta central para la consecución de este objetivo. En adelante los legisladores discutiremos temas como el futuro de la autoridad electoral nacional –y de los estados–, la posibilidad de reelección en cargos legislativos y presidencias municipales, e incluso la posible sanción de una ley de partidos políticos que diera un marco más concreto y preciso a estas instituciones, de suma importancia para el funcionamiento de una democracia representativa. Como he intentado expresar brevemente en este espacio, los senadores seguiremos trabajando, con absoluta consciencia de que en el próximo mes de labores estaremos dando resultados significativos a la ciudadanía. Resultados que permitirán consolidar el trabajo de las instituciones democráticas para que todas y todos los mexicanos podamos participar con certidumbre y confianza de la construcción de un mejor futuro para nuestro país, siempre en democracia.

 Senador de la República por el estado de Sinaloa Twitter: @AaronIrizar www.facebook.com/aaron.irizarlopez