Coronavirus: Siete claves para sobrevivir a los rebrotes de Covid-19 hasta que llegue la vacuna

Fecha: 20/07/2020 | Autor: Thania Muñoz | Categoría: Noticia

En los últimos días se están reportando un número creciente rebrotes confirmados de SARS-CoV-2 en España. El Ministerio de Sanidad ha recogido más de 260.000 casos confirmados y cerca de 28.500 fallecidos en España desde que comenzó la pandemia. Por supuesto, estas cifras son una infraestimación del número real y los casos no confirmados podrían multiplicarse por diez.

En España han sido hospitalizados más de 125.000 pacientes con COVID-19, cerca de la mitad de los casos confirmados. En la última semana han sido más de 200. Un 10% del total de hospitalizados requirieron ingreso en Cuidados Intensivos. Han sido 15 en la última semana.

Tras la euforia de la desescalada por fases en las distintas comunidades autónomas, el número creciente de brotes (cerca de 200 en todo el país) ha despertado una gran inquietud. Hay miedo a un segundo confinamiento, como el que ya se ha promulgado en zonas de Aragón y Cataluña. Y habrá más en otros lugares.

Es más que probable que los brotes de coronavirus se sucedan y aumenten a lo largo de todo el verano. Son la consecuencia inevitable de los desplazamientos. Los test diagnósticos ahora están más fácilmente disponibles para confirmar o excluir cualquier caso sospechoso y, a continuación, proceder al aislamiento y examen de los contactos. Afortunadamente, muchos de los diagnósticos actuales se hacen en personas asintomáticas y más jóvenes.

¿Cómo reducir el daño de una segunda ola de Covid-19?

La experiencia vivida en la primera ola del tsunami de Covid-19 ha dejado una huella imborrable en cada uno de nosotros. Hemos aprendido mucho y tenemos que minimizar el daño de un nuevo confinamiento y de una segunda ola. Sin ser pesimista y aún en un buen escenario, es improbable que nos beneficiemos de una vacuna antes del verano próximo. Todo apunta a que tendremos brotes de Covid-19 para un año y tenemos que aprender a conjugar la salud y la economía con unas nuevas condiciones de vida.

Los daños del confinamiento prolongado son devastadores en la economía y, peor aún, en la personalidad. Los humanos somos sociales y precisamos la estimulación derivada del contacto con otros. Esto es fácilmente reconocible en los niños, en los que el aislamiento perjudica el desarrollo psicomotor y cognitivo; pero también en los ancianos, donde la ausencia de estimulación acelera el deterioro asociado a la edad.

Se describen a continuación las medidas que podrían tomarse para hacer frente a la pandemia por SARS-CoV-2 hasta que dispongamos de una vacuna protectora.

1. Reforzar el sistema sanitario

Hay que planificar que no coincidan las vacaciones del personal sanitario, evitando carencias frente a un recrudecimiento en agosto. La atención médica domiciliaria y la telemedicina deben ser potenciadas de modo especial, para evitar colapsos en los servicios de urgencia hospitalarios.

2. Proteger a los más expuestos

El personal sanitario, los agentes del orden público (policías, etc.), los militares, el personal de limpieza, los trabajadores con exposición directa al cliente (cajeros, etc.) deben tener material suficiente de protección y utilizarlo debidamente.

3. Proteger a los más vulnerables

Las personas con un mayor riesgo de desarrollar neumonía y formas graves de Covid-19 son los ancianos, pacientes con otras enfermedades crónicas (diabetes, obesidad, cáncer, etc). Más de un 75% de los fallecidos por Covid-19 en España tenían más de 75 años. Este grupo debe ser especialmente protegido de la exposición al SARS-CoV-2.

4. Educar en la responsabilidad personal del distanciamiento social

La transmisión del SARS-CoV-2 ocurre casi exclusivamente por vía aérea, sobre todo por proximidad con un infectado. El inóculo viral (dosis infectiva) determina el riesgo de infección y la gravedad de la enfermedad. Apenas hay evidencia de transmisión a partir del contacto con superficies u objetos potencialmente contaminados. Por tanto, hay que centrar el esfuerzo en vivir el distanciamiento social. Hay que hacer obligatorio el uso de mascarillas fuera del hogar y hay que suspender aglomeraciones de personas en espacios cerrados.

5. Unificar normativa: simple y para todo el país

La coordinación centralizada a nivel estatal es fundamental, para evitar mensajes e interpretaciones equívocos. No debe haber disparidad de criterios entre comunidades autónomas.

6. Facilitar test diagnósticos

Es una prioridad disponer de pruebas rápidas de screening para antígeno y anticuerpos del SARS-CoV-2. De forma ideal, esos test deberían poderse hacer en saliva y proporcionar el resultado en 10-15 minutos. Además, deberían estar a la venta en farmacias y poder hacerse por el propio paciente en caso de sospecha, tantas veces como fuera conveniente. Para evitar la dependencia de otros países y fiascos con compras de mala calidad, hay que ayudar a las empresas españolas de diagnóstico comprometidas en esta labor.

7. Impulsar la investigación española de antivirales

Este momento de crisis nos debe unir. Es un buen momento para el proteccionismo bueno. Hay que apoyar las iniciativas de nuestros compatriotas comprometidos con que salgamos adelante. Es del máximo interés financiar becas y ayudas a grupos de investigación y empresas españolas que desarrollan antivirales e inmunomoduladores, explorando nuevos fármacos, formas en aerosol, antivirales de liberación retardada, etc), tanto para el tratamiento como para la prevención. Como reza el tópico que los anglosajones dicen de los españoles: «somos un país con personas bien formadas y con ingenio, pero nos falta constancia y organización. Por eso, los españoles son valorados y triunfan sobre todo en el extranjero…».

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